Editorial: Vicentin; luego de anunciar la intervención y expropiación, el gobierno nacional tuvo que modificar su estrategia (Por Noemí Gladys Gorriz)

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Vicentin; luego de anunciar la intervención y expropiación de la empresa Vicentin, el gobierno nacional tuvo que modificar su estrategia dado el rechazo de la mayoría de los sectores de la agroindustria y de la sociedad, y las malas noticias provenientes desde la Justicia. Todo esto en medio de un país atravesado por el coronavirus y las emergencias que hay que enfrentar y que son derivaciones de la pandemia.

Por un lado, el gobierno busca avanzar sobre la empresa mediante la creación de una Comisión Bicameral que investigue la relación crediticia de Vicentin y el Banco Nación. Del otro lado, se paran aquellos que están decididos a defender la propiedad privada y para quienes la expropiación es anticonstitucional.

Luego que el juez Fabián Lorenzini, responsable de llevar adelante la Convocatoria de Acreedores de Vicentin, decidió restablecer al directorio original de la empresa en sus funciones por 60 días y darle el carácter de simple veedores a los interventores designados por la administración de Alberto Fernández, el gobierno derivó en un cambio de estrategia. Fue entonces cuando reapareció en escena el gobernador de Santa Fe, Omar Perotti, con una propuesta “superadora”, insistiendo con la intervención pero “dejando de lado la expropiación”. ¿Cuál es la idea de Perotti? El denominado “Plan Perotti” propone, a grandes rasgos, la intervención de la empresa dentro del marco del concurso y por el tiempo que dure el mismo, por parte de la Inspección General de Personas Jurídicas de Santa Fe (IGPJ), aunque reponiendo en el cargo a los dos interventores designados originalmente por el Ejecutivo nacional, más uno propuesto por el gobierno santafesino, para conformación de un órgano interventor que tomará las funciones de administrador y de representación, desplazando al directorio.

Una movilización multitudinaria en todo el país, demostró que “No se trata de Vicentin, se trata de la voluntad de expropiar una empresa privada con pretextos insostenibles. Es la defensa de la propiedad privada y frenar el vamos por todo.” Tan contundente fue el reclamo, que al día siguiente el gobierno salió a expresar el apoyo al “Plan Perotti”, aunque aclaraba que si la Justicia no aceptaba la misma, el paso siguiente era la expropiación de Vicentin. Desde Vicentin opinan que el Plan Perotti, es “mucho peor que el DNU de Alberto Fernández, por proponer una intervención por tiempo indeterminado y los interventores son los que definen el concurso y la propuesta a los acreedores.” Finalmente, el juez de Reconquista Fabián Lorenzini, volvió a confirmar a los directores de Vicentin al frente de las decisiones operativas pero sin desestimar el pedido de armar un triunvirato de interventores, mediante un ‘incidente’ creado dentro del caso.

En un paper, la empresa Vicentin reconoció la deuda actual con el Banco Nación por USD 290 millones, “pero no es un préstamo puntual sino una línea de crédito, que vino acompañando el crecimiento de la empresa y sobre las denuncias de supuestas triangulaciones y fuga de dólares de la empresa, desde Vicentin manifestaron que es “un relato injustificado”.

La crisis de Vicentin, además de seguir su curso en el ámbito judicial, tiene un claro costado político. El oficialismo dio media sanción en el Senado al proyecto para conformar una Comisión Bicameral Investigadora sobre la relación crediticia entre Vicentin y el Banco Nación, la cualfue criticada por la oposición al considerar que para su creación era necesaria tres cuartos de los votos afirmativos, no una mayoría simple y pidieron que no sea girado a Diputados. La oposición denunció “autoritarismo y un apagón de micrófonos” en la sesión que se realizó de manera virtual. La última palabra la tendrá la Cámara de Diputados.

Habrá que ver los próximos pasos a seguir y cómo se continúa desarrollando este tema que vuelve a dividir a la sociedad en dos, en un país donde parece que las grietas nunca tienen ni tendrán el tiempo necesario para cerrar. La grieta sigue, la puja por Vicentin también.

Noemí Gladys Gorriz