Editorial 201 – Marzo 2013 – Mutualismo Hoy

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“La fortaleza del hombre se prueba en la desgracia, y la fidelidad de un buen amigo se prueba en la tempestad”, decía Theodor Corner, y cuanta razón tenía….

Mi papá me decía: “Para lucir mejor, nunca apagues la luz de otros, porque esa oscuridad cubrirá tu brillo”
Las peleas, los chismes, los entretelones, los dimes y diretes que ha provocado el cambio de autoridades en CAM, hacía tiempo no se veía en el mutualismo, la finalización del mandato de Néstor Zenklusen, precisamente desde el grave y conflictivo trance que también vivió el dirigente de MAC, Gabriel González Martos cuando finalizaba aquel período tan fuerte y comprometido en la total e indiscutible defensa del mutualismo que planteó desde su confederación, y lo llevó a un gran enfrentamiento con Patricio Griffin que aún perdura.

En cuanto a CONAM también vivió lo suyo, con otros matices molestos, que dejaron en evidencia a una CONAM, que tambaleaba, el único período impuesto “de Pancho Savoini”, no agradó, ni convenció a nadie, ni a los dirigentes de esa confederación, ni al INAES, dejando una estela de contradicciones y mal gusto, hizo que a la hora de volver a elegir se produjera una radical transformación en las decisiones de ese grupo de dirigentes, (muy machistas), que asombrando a más de uno eligieron a una mujer.

Sí, una primera mujer dirige los destinos de una confederación mutual en toda la historia del movimiento, la Dra. Rosa Rodríguez, quien con su calidez, humildad, y aparente fragilidad, va poniendo su sello propio.
Y como el Presidente de una confederación no camina solo, está rodeado de “amigos”, de “compañeros” y también de “enemigos ocultos” y visibles, ya que de eso nadie se salva, aunque digan lo contrario, ya que siempre hay quienes estaban antes, y no llegan, de quienes quieren ocupar ese cargo y no lo logran, de quienes aún sin tener capacidad, o carisma, también tienen el derecho de pensar que pueden llegar allí, y se forma esa resistencia oculta.

No soy dirigente, no soy líder, no vivo esa sensación, no deseo esa posición, pero conozco los resultados, los veo en cada período de estos dirigentes elegidos y me doy cuenta de muchas cosas, la expresión del párrafo anterior es real, lo he visto mil veces sin banderías ni afinidad.

Pero soy periodista y como tal me comporto, trabajo en ello, observo, me informo y luego escribo, relato, comento los hechos, las acciones. Y sé que mi apreciación para muchos es objetiva, para otros es relativa, y para algunos subjetiva, pero que significa todo eso: La diferencia principal está en los sentimientos, en la forma de mirar las cosas, y en el resultado de los hechos y acciones.
Se podría decir que una persona es objetiva cuando puede analizar algo desde un punto de vista en el que no entran sus sentimientos, ni su postura personal al respecto. O, dicho de otro modo, quien hace un análisis frío de lo que sea.
En cambio, en la postura subjetiva los sentimientos de la persona forman parte de su apreciación y de lo que opina. Son una parte importante de la conclusión, porque sin ellos probablemente ésta sería distinta.
Este ejemplo donde más claramente se puede ver es en fútbol, política o religión.
Quien mira cualquiera de ellos objetivamente puede analizar los pronósticos deportivos, las probabilidades electorales o las estadísticas religiosas sin apasionamiento.

Pero subjetivamente mirados, el hincha de Boca cree que el suyo es el mejor equipo sin que importe lo que los resultados digan, el peronista cree que no hay nadie como Evita y el Católico que en la palabra del Papa está la verdad absoluta.

En cuanto a como lo considero, veo el tema o situación, porque hay cosas que sacan la pasión de todos, tarde o temprano, y cuando hay pasión no hay lugar para la objetividad, que pueda tener una mirada mejor hacia unos no me impide ver la calidad y cualidades del otro. Porque en todo esto la simpatía, el afecto no va a cambiar los hechos y las acciones de la dirigencia, y la historia se va escribiendo sola con esas acciones y hechos que cada uno realiza en su vida.
Yo solo escribo, relato y doy opinión basada en razones o hechos reales, lo voy plasmando en el papel, pero los protagonistas son cada uno de ellos, con su performance, con sus desenlaces, con sus intervenciones, con sus dichos y hechos. “Porque lo que se dice muchas veces no coincide con lo que se hace”, ya que es propiedad de las percepciones, de argumentos y lenguaje que ellos utilizan, seguramente basados en el punto de vista del sujeto, y por tanto influidos por los intereses y deseos particulares del proyecto a desarrollar en un nuevo campo de acción que deciden llevar adelante, y la representación de los sujetos siempre estarán condicionadas a su comportamiento, y a sus hechos, que yo llamo “circunstancias históricas”, quedarán para siempre en las páginas de la historia del mutualismo, guste o no, nadie borrará eso aunque quieran ocultar la verdad, porque siempre sale a la luz.

No es una novedad todo esto, ¿A quien le asombra?, ¿Quien puede tirar la primera piedra, que dirigente puede decir? “Yo nunca participé de algo así”, miente, miente y miente. Ya que son costumbres ancestrales la pelea, la interna, la previa, la manipulación, el arreglo, la mentira, el cuentito del tío, las promesas, las facturas políticas, los arreglos políticos, el operador que esta afuera. Si ahora también están “los morlacos”.

A la hora de elegir que se tiene en cuenta, ¿Se tiene en cuenta el buen nombre y honestidad?, ¿Se tiene en cuenta la capacidad comprobada y liderazgo innato?, ¿Se elije con libertad y democracia? , ¿Se elige por imposición, a dedo, o por orden de…? ¿Qué factores externos se metieron definitivamente en el mutualismo y deciden quien es quien, arruinando por el momento su democracia y libertad de acción?. El boicot, está a la orden del día, la ingratitud está de moda, la memoria acá no existe, el agradecimiento tampoco, son nuevas formas tomadas de viejas costumbres, que a algunos les parecen horrorosas y a otros les parecen magnificas.

Voy a recordar un caso paradigmático “Néstor Sarría”, todos aprendimos de la mano de él, era el amado, intocable, adorado, bendecido, ungido por muchos obsecuentes seguidores, adoradores que se beneficiaron en momentos en que el líder indiscutible de esa época les hiciera vivir. Pero un día se cansaron se agotó la paciencia, y le dijeron “córrete, ahora es el turno mio…”, y de un plumazo, alguien le bajó el pulgar y se terminó un largo ciclo de estrellato, de maravillosas victorias y triunfos, y del “Mejor maestro del mutualismo”, pasó a ser “El peor alumno dirigente”, pero por un trasfondo personal entre ciertos dirigentes, y lo paradójico, es que por ahora nadie lo ha suplantado. No es líder quien se proclama, sino quien es proclamado por sus seguidores.

Patricio Griffin, lo rescata del ostracismo, del aislamiento al que lo sometieron, porque decidieron que era una persona que no resultaba grata a esa parte del mutualismo y en ese momento de la historia, y lo eleva y respeta. En política y en el mutualismo se emplea el desprecio, cuando se aparta o se hace el vacío a un líder, porque ha perdido la confianza, el ídolo se cae.

El exilio parece no fue permanente y el exiliado no perdió sus derechos como ciudadano y líder, por eso es reconocido por el Jefe del INAES que le da lugar de privilegio frente a todo el sector mutual y cooperativo, y lo reivindicó.

Hoy la historia se repite, con algunos detalles diferentes, don N. Zenklusen termina su mandato, había necesidad de volver a querer destruir lo construido a fuerza de trabajo y esfuerzo, con errores sí, con sobresaltos sí, pero todos fueron parte de eso, todos dijeron sí en esos momentos, ¿Que no había otra opción?, Mmmm, no va…, hoy no hay que borrar con el codo lo que escribe con la mano, fueron beneficiados.
Cuando un ser humano reconoce sus errores se hace digno de respeto, de lo contrario invoca la hipocresía y se hace despreciable, construyendo en su limitada consciencia un vacío contenido de verdad, que solo conoce pero que no tiene la capacidad de admitir ante los demás.

El valor del respeto y la lealtad se siembra con la comunicación, pero se deforma con la desconfianza y subestimación, actitud que refleja síntomas de inseguridad, muestra de debilidad, presencia de ignorancia, que solo alimenta un orgullo pobre que satisface solo al ego, y resultado final no será bueno. “La fidelidad es una obra de arte plasmada sobre un lienzo blanco, donde las tentaciones se han dibujado mezclándose para cometerlas”.

Dijo José Martí: “La libertad obliga a la prudencia los mutuos deberes al respeto”. Y Thomas Jefferson dijo: “Nadie abandona el cargo de Presidente con el mismo prestigio y respeto que le llevó ahí”.

Y para cerrar esta editorial me digo: En cada acción mutual debe estar presente el respeto que va de la mano de los conceptos éticos y morales; entonces la ciencia mutual y la conciencia, estarán siempre del mismo lado, del lado del mutualismo, que en definitiva lo compone el “asociado” que conforma la gran familia mutual, ya que no solo está compuesta por dirigentes. Cuando los que mandan pierden la vergüenza, los que obedecen pierden el respeto.

Noemí Gladys Gorriz